Madre, volverás a ser noche estrellada,
Vía Láctea de tus hijos,
amor de tu tierra pisoteada.
No llores, mi niño.
España madre escucha tu
llanto.
Madre, nos inundan tus rojas lágrimas,
y, contra el corazón de los que al oro riman,
nuestro pecho acoge oscuras iras.
No llores, mi niño.
Ella huye del dorado manto.
Resiste, resiste, mi niño.
Madre el dolor no olvida,
la sangre de sus hijos
la ahoga y la castiga.
Madre renacerá
y a sus hijos vengará.
El negro oro condenará
el aliento de la usura,
y Madre renacerá.
No llores, mi niño.
Justicia su espada será,
Madrid, 23 de diciembre de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario