viernes, 29 de junio de 2018

RAQUETA DE PÁDEL


Sociedad canalla y cobarde,
por el ayer dolida.
Hoy, rápidamente olvidas.

Ves la vida de los otros
sin comprender que es tuya.
¡Espejismo venturoso!,
ante la realidad, huida.

Grita, grita, grita y siente
el gemido de tu hermano
condenado al infierno
que tú, sociedad doliente,
sin querer, alimentas.

Y vuelves el rostro
hacia el absurdo ideal
en tu vida perfecta,
de chalet y Volkswagen,
de requiebros al hijo,
que de Erasmus regresa,
y de tardes de pádel.
¡Oh, raqueta, losa perversa
de la vanidad sin conciencia!