1.
Una estrella se ha perdido
y en el cielo no aparece
en tu cara se ha metido
y en tus ojos resplandece.
2.
Bendita sea la madre
que te parió tan hermosa
de los pies a la cabeza
eres un ramo de rosas.
3.
Quisiera volverme hiedra
y subir por las paredes,
entrar en tu habitación
por ver el dormir que tienes.
4.
Eras tú la que decías
que en tu casa no entra nadie.
Entra la Luna, el Sol
y un lucero cuando sales.
5.
Ya no quiero más pan tuyo
porque amarga la corteza,
ni más amores contigo,
los que he tenido me pesan.
6.
Cuanto más hondito el pozo,
más clarita sale el agua.
Cuanto más hablo contigo,
más me gustan tus palabras.
7.
La culebra en el camino,
y la mata el caminante,
y tú me matas a mí
con esos ojos brillantes.
8. Canción del soldadito y su estrella
Ya van los quintos, madre.
Unos cantan, otros lloran
y otros se mueren de pena.
Y ese que en el medio va
es el que más pena lleva.
Le pregunta el Capitán:
"¿Por qué llevas tanta pena?"
"Ni es por padre,
ni es por madre,
ni es por causa de la guerra."
"Lo que siento es mi mujer
que se me va a quedar viuda."
"¿Pues tan guapa es tu mujer
que tanto te acuerdas de ella?"
"Si ustedes la quisieran ver,
aquí la llevo en la cartera."
El Capitán que la vio,
se quedó admirado de ella.
"Márchese usted con su cielo,
márchese usted con su estrella,
que por hombre más o menos,
lo mismo va a ser la guerra."
A eso de la media noche,
llegó y llamó a la puerta.
"Yo no abro la puerta a nadie,
mi marido está en la guerra".
"Ábreme la puerta, cielo.
Ábreme la puerta estrella,
que por tu cara bonita
me han licenciado en la guerra."
Ella que le conoció,
bajó y abrió la puerta.
Se subieron al pasillo
y se abrazaron con firmeza.
Y aquí se acaba la historia
del soldadito y su estrella.
