Ojalá esta morada se convierta en el libro de nuestra memoria, un collage de ilusiones, sueños, experiencias, risas, ayuda, amor, amistad... Sí, un lugar donde se alimente el espíritu y nuestras vidas encuentren la senda de Amor Absoluto y Eterno, un Amor que vaya más allá de lo terrenal, un Amor que ilumine nuestra existencia.
Podemos hacer mucho los unos por los otros, sin necesidad de acudir a heroicidades. Escuchar al Otro, tratar de comprenderlo, de ayudarlo... Una mirada, un abrazo, un libro, un café con un amigo... lo aparentemente insignificante nos va haciendo, nos va construyendo.
Surgir del recuerdo |
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