jueves, 16 de julio de 2015

LA UE OLVIDA EL DERECHO DE GENTES Y PROMUEVE EL DERECHO DE LOS MERCADOS


La UE destruye los valores sociales (éticos) comunes que la cohesionan como comunidad y gesta odios internos que son el caldo de cultivo de antiguos fantasmas que ponen en peligro la paz.


            Habló el pueblo griego pero la UE no escuchó, solamente vio las cifras de deuda del país. Así pues, el primer ministro heleno se ha visto obligado, a pesar de no creer en las medidas impuestas por la UE para el tercer rescate, a aceptar la “ayuda” europea si quería evitar el famoso “Grexit”. Sin embargo, Tsipras, antes de la votación que ha tenido lugar en el parlamento griego para la aprobación del plan de rescate, ha reconocido que no cree en las medidas impuestas pero que se agarra a ellas por la posibilidad abierta de una reestructuración. Dicha reestructuración se ha dejado en el aire, aunque el FMI, una vez más, vuelve a indicar que Grecia no podrá pagar la deuda y que es necesaria una reestructuración, alargando los periodos de devolución de la deuda y el periodo de gracia.

            Es estremecedor ver que la “democracia” no sirve, que sólo somos europeos para que el dinero fluya sin trabas, que las políticas sociales no sean una prioridad europea y que sólo aquellos países que tengan unas cuentas sólidas sean los que se puedan permitir llegar a unos mínimos de protección social. Además, sutilmente, se engendra el odio entre naciones. Así, cuando se habla de los gastos excesivos de algunos países de la zona euro, en concreto, de los países del sur, se ataca a los pueblos, entendidos como hermanos sólo desde un punto de vista económico. De esta forma, los ciudadanos de los países europeos del sur son considerados “derrochadores”, “poco trabajadores”, “perezosos”, “poco competitivos”… Otro ejemplo, lo encontramos hoy en los medios de comunicación. De nuevo, un representante del gobierno alemán alienta el enfrentamiento entre pueblos. Sí, el ministro de finanzas, Wolfgang Schäuble, dice hoy que Grecia debería haber salido ya de Europa. ¿Provocación? ¿Humillación?¿Demostración de poder?¿Estupidez extrema?
           
            Los dirigentes europeos no ven la necesidad de cohesionar socialmente a Europa. Están cegados por la financiación y el futuro de la moneda común, es decir, están obsesionados por los Mercados, y no son capaces de mirar a la Historia, una Historia que nos enseña que una Europa unida sólo es posible si se crea una verdadera comunidad.

            Llegados a este punto, se hace fundamental el que los gobernantes europeos revisen la historia de Europa, yendo más allá del mero interés económico particular de cada nación, analizando la necesidad de cohesión, la necesidad de un derecho no “inter-nacional”, no entre naciones que se instrumentalizan, que se utilizan, sino entre naciones que se hermanan, que conviven.


Dulcinea

16/07/2015

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