(A mi madre)
Sueño de vida y esperanza,
amanecer del tiempo del hombre
que no cesa en la naturaleza,
pero es fugitivo entre nuestras manos.
Brindas luminosa aurora naciente
y en el camino contagias tus sueños,
y soñando, soñando,
acunados por el ruiseñor y el trueno,
despertamos.
Noelia Maldonado (Mayo, 2025)
(Para Elena)
Llave de luz de magia y memoria.
Diosa encantada de números y letras.
Has prendido el fuego de su historia
y ahora admiran el perfume de las rosas.
Maestra, maestra, les diste la Tierra,
el Sol y las estrellas.
Hoy miran al cielo
y la eternidad sueñan.
Noelia Maldonado (Junio, 2025)
Hoy una bocanada de aire
alienta el latido dormido,
es azul como tus ojos,
azul como el mar del verano,
azul como el sueño de agosto.
Y otra vez el engaño
de la vida,
la caricia que te embauca
con olor a hierba fresca,
la sonrisa que te invade
y mariposas despierta.
¿Volverán el resuello,
el latido gris y los ojos de hielo,
los días de otoño y el metálico mar,
el amor sin rostro y la sombra de amor?
Noelia Maldonado (Agosto, 2025)
Cuando vengas, permíteme el dulce sueño del ayer,
el eterno azul profundo de sus pupilas,
y la música callada de sus manos.
Y, después, llévame con tu barca
a la luminosa orilla de mi aurora.
Noelia Maldonado (2 de enero de 2025)
No estás, y no quiero.
No estás, y eres sueño.
No estás, y eres recuerdo.
No estás, y eres aliento.
¿No estás? Oigo tu beso.
¿No estás? Meces mis versos.
¿No estás? Contigo despierto.
¿No estás? Contigo me acuesto.
Noelia Maldonado (1 de enero de 2025)
