Hoy ha tenido lugar un acto"académico" en el Paraninfo de la Facultad de Filosofía de la UCM titulado "El populismo a debate", cuyo objetivo era presentar el libro de Carlos Fernández Liria titulado En defensa del populismo.
Cualquiera de los asistentes a este acto sabía de antemano el contenido del mismo en el que la defensa del republicanismo kantiano iría de la mano de la formación dirigida por Pablo Iglesias. Por eso, el contenido del acto en sí no ha sido la noticia, ni siquiera para los alumnos de la Facultad de Filosofía. Para los medios de comunicación lo realmente importante ha sido hacerse eco de la burla jocosa del Secretario General de Podemos referida a algunos periodistas críticos con su partido, cosa del todo ridícula, cuando ha sido claro su tono de humor a la hora de aludir a estos profesionales.
Entonces, ¿cuál ha sido la noticia? Parece que los medios de comunicación se han acercado al evento única y exclusivamente porque Iglesias es un personaje público y las elecciones están a la vuelta de la esquina. Parece que Iglesias ha sido invitado al evento porque realmente impulsa las ideas que defiende Liria. Parece que la actividad podría resultar interesante a los alumnos de Filosofía porque no sólo se iba a presentar un libro sino que el tema del mismo (el populismo) se pondría en cuestión... Claro está que la mirada crítica la tendría que poner el alumnado con sus preguntas ya que los ponentes tenían claras sus intenciones. Dicho lo cual, el protagonista absoluto de la noticia tendría que ser el público asistente a dicho acto que debería haber sido quien generara la posibilidad de lo que se vislumbraba en el título del acto: "El populismo a debate."
¿Les parece si recuperamos el punto de vista del público desde la mirada de un estudiante sin más que asiste a dicho acto? Para meternos en el papel, pasemos al punto de vista de este narrador en primera persona...
"Son las once y veinte de la mañana,.. Voy a faltar a clase de Filosofía Política porque me interesa ir al acto de "El populismo a debate"... Acabo de llamar a un compañero que me ha dicho que hay muchísima gente ya esperando entrar, que se ha formado una cola larguísima y que les busque para que entre con ellos. Así, cuando llego al edificio A, asombrado, observo el enjambre de cámaras en torno a Juan Carlos Monedero, a quien veo de refilón porque sólo deseo encontrar a mis compañeros y poder entrar con ellos al acto. Al fin los encuentro y logramos pasar. Sé que muchos alumnos van a quedarse sin presenciar el acto porque nos comunican que, lamentablemente, no se puede ubicar a todo el mundo pero que han puesto una pantalla en el hall para que se pueda ver perfectamente. La verdad es que no sólo los asientos, sino también todas las escaleras y los recovecos del Paraninfo están al completo...
Cuando entran los ponentes, un aplauso universal recorre el Paraninfo... ¿Me perdí algo? Parece que la inmensa mayoría de los allí presentes (quitando a la prensa y a cuatro gatos, entre los que me incluyo) fueran parte del decorado de un plató de televisión, de tal forma que vitoreen cualquier cosa que les pida el regidor, pero, en este caso, el regidor es una ideología...
Empieza el acto. El organizador del evento toma la palabra para realizar una breve presentación sin más trasfondo y ceder la palabra a Liria... Anda, pero, de repente, se abre una puerta y aparece Tania Sánchez... Y encuentra asiento... Pero, ¿no acaban de decir que el aforo está completo?... Voy a centrarme en el acto, que me pierdo lo sustancial...
Después de todas la intervenciones, descubro, tal y como ya me temía, que "no hay nada nuevo bajo el sol". Sí, el republicanismo kantiano de la mano de Podemos... ¡Qué bonita canción seductora ya preconizada me han regalado! Pero, ya estoy ansiando las preguntas de mis colegas, yo soy muy vergonzoso... Aunque, siendo honesto, al recordar los vítores iniciales, de nuevo creo que estoy en un plató de televisión...
Comienza la ronda de preguntas... Alabanzas, alabanzas... ¡Ah! El capellán quiere dejar clara su visión sobre la vida y la política, y es abucheado... (Menos mal que el moderador pide respeto hacia la persona que interviene). Sin embargo, el capellán se va por la tangente y acaba haciendo publicidad de su causa, en vez de ir a la cuestión vital del asunto que, quizás hubiera sido la necesidad de lo religioso en política, cuestión planteada por los ponentes pero desde un aspecto frívolo, como el uso místico-religioso del cual debe hacer uso la política para seducir a los votantes, en vez de la importancia de lo religioso en cuanto valores que engarcen a la sociedad, valores que unan al pueblo y que lo dirijan a una idea de España como comunidad, no valores que sean cantos de sirena que seduzcan y que conduzcan al gobierno de una supuesta España concebida como pueblo en ocasiones, mientras que otras veces se la concibe como un mosaico de pueblos en el que cada cual tiene derecho a decidir sin el otro, es decir, una España rota ya desde el principio...
No obstante, cabe señalar que el comentario de una profesora sobre la cuestión de la religiosidad en política junto con las preguntas incisivas de un asistente sobre algunas citas polémicas de Pablo Iglesias, han hecho tambalear durante pocos instantes el clima de mitin político y plató de televisión que se ha creado en un espacio público académico.
Me he sentido decepcionado no por el contenido del acto, ya que estaba claro cuál iba a ser, sino por la voz acrítica y homogénea de los asistentes, en su gran mayoría. Quiero pensar que, quizás, la gente más afín a los ponentes haya sido la que ha conseguido asiento en el Paraninfo, y que no he presenciado un síntoma que prueba que el hombre-masa está muy lejos de desaparecer ya que está instaurado en el corazón mismo de lo que debería ser su máximo enemigo: la universidad, en general, y la facultad de filosofía, en particular..."
Después de la mirada de nuestro narrador particular, simplemente cabe plantearse: ¿se ha dado un verdadero debate en este acto siendo protagonista la razón crítica?